

En cambio su poesía audaz y hermética, es un dictado del corazón a través del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral. Por ende refleja sensualidad que acaricia. Con sus versos hace un homenaje al amor, recorriendo con luz ardiente sus delicias y su alma. Reviste cada poema con nácar dorado de palabras, donde el amor y la pasión se abrazan con la vida, creando un lenguaje poético donde predominan imágenes de gran plasticidad. Estas metáforas e imágenes van a influir en toda su poesía.
Libre pensador en sus principios, pero respetando la creencia de que la existencia o no de Dios es un asunto individual de las personas, en tanto que no forme parte esencial de la condición humana, aunque sí lo sea de la cultura y de la historia humana. Cree que quienes profesan el ateísmo no son necesariamente antirreligiosos, pero sienten respeto de todas las creencias que proceden de una reflexión individual y honesta, y no de un interés egoísta de poder, de la desesperación o de la presión del entorno. Los libres pensadores entienden la fe sólo como una opción personal de cada individuo que no se comparte.
Transformador en sus ideas. Su tarea es transmitir lo que sabe, a fin de que se produzca en las personas un cambio en la manera de pensar y así desarrollar una nueva actitud en el transitar por esta vida terrestre, enfocándose siempre en la vigorosa búsqueda de la felicidad que inunde nuestros espíritus.
Su contribución a la humanidad es a través de sus obras publicadas: Laberintos internos (ensayo); Oficiales de la Logia (ensayo); Círculos de la vida (ensayo); Desarrollo de las creencias (ensayo); Sábana con mis palabras (poesía); Laberintos de amar (poesía); Idioma del alma (poesía) Colaborador en múltiples revistas y periódicos de varios países y en muchas páginas de Internet.